Descripción
Tramadol: indicaciones, recomendaciones y contraindicaciones de uso.
Cuando el dolor deja de responder al paracetamol o a los antiinflamatorios como el ibuprofeno, uno de los analgésicos que más se receta en las consultas de Atención Primaria y en las Unidades de Dolor es el tramadol.
¿Qué es el tramadol?
Es un analgésico opioide que tiene efecto sobre la percepción de dolor tanto donde se produce la lesión como en el sistema nervioso central y el periférico. Actúa sobre la velocidad de transmisión y la intensidad de la señal dolorosa haciendo que “sientas” menos dolor. Empezará a hacerte efecto un poco después de tomártelo y notarás alivio (no siempre completo) durante 6-8 horas dependiendo de la concentración y la velocidad de liberación del medicamento que tomes.
Es un fármaco que está indicado para controlar el dolor severo que está incluido en el segundo escalón de la escalera analgésica de la OMS que es la estrategia farmacológica que seguimos habitualmente los profesionales de la salud dedicados al tratamiento del dolor.
Es importante que sepas que el Tramadol no tiene ningún efecto antiinflamatorio: no previene ni disminuye la inflamación de los tejidos.
¿Cuál es la composición del tramadol?
El principio activo del tramadol (Tramadol Clorhidrato) está presente en muchos medicamentos y tus médicos podrán recetártelo bajo distintos nombres comerciales y presentaciones: cápsulas, comprimidos efervescentes, gotas, inyectable… en distintas concentraciones (50, 100, 150, 200 mg).
Las concentraciones más altas suelen ser de liberación prolongada “retard” que alarga el efecto de su principio activo y están especialmente indicadas para controlar dolor continuo de mayor intensidad. Estos fármacos “retard” se suelen tomar “a piñón fijo” cada 12 horas hasta que la mejoría permita ir reduciéndolas siempre con supervisión médica.